2.2.11

Presentación de Elia Martínez-Rodarte / ADICTAS AL ORGASMO


Existe una patología denominada Síndrome de Excitación Sexual Persistente que provoca en las mujeres un mecanismo explosivo.
Sufren episodios de orgasmos continuos: sonrojamiento, pulsión de la genitalia y ayayayayes: el aquelarre mayor del cuerpo femenino en pleno espontáneo.
Las mujeres que lo padecen sufren mucho. Ese mecanismo de vaciarse, de tremores continuos, es un síndrome bizarro, y lo único malo que puedo decir acerca del orgasmo. Lo mejor del placer, claro, es cuando nosotras mismas lo administramos.
Algo que habita tan profundo en nuestros dentros existe sagrado y más allá del lugar común.
Es la gloria de nuestros cuerpos y a veces bandera de la banalización: se dice orgasmo en voz alta y ahora hasta se ha convertido en el protagonista de la publicidad de condones: ella sentirá lo máximo al venirse.
Pero que la publicidad, maldita zorra, no nos coma en su fatuidad.
Mejor celebremos el orgasmo. Nos encontramos frente a la obra escrita de 60 autoras incluidas en esta antología de Ediciones Intempestivas.
Presenciamos las 60 pulsiones de mujeres en su jugo: condensado de vidas y pasiones, amores, odio, tedio, sinsabores, emociones…Cada una con su grito vaginal y antiguo: el que nos ha forjado como unas aferradas a la especie.
Somos al orgasmo, como somos al sexo y a la reproducción en un galanteo de plenas alegrías sin límite.
Porque de eso nadie guarda duda.
A todos y a todas nos encanta follar.
Me felicito a mí misma de haber estado en la mira de los queridos editores, al ser invitada de este libro y esta presentación. Contribuí con un texto, en el cual trucosamente manoseé una canción de nuestro santo patrono José Alfredo Jiménez.
Esta Antología Mínima del Orgasmo, que hoy se pone a su amable consideración, es el florecimiento de mujeres diversas e intensas que se han manifestado.
Encontraremos en estas letras el fuego que a todas, entrepiernas, nos gusta mirar ardiendo.
“Puedo contener todo el amor del mundo en estas piernas”, nos dice Amanda Durán.
Les mostrará la vulnerabilidad de nosotras como ser femenino: al mismo tiempo un raro fenómeno de la naturaleza, difícil de abordar y comprender.
“Lo debilita, lo amansa al recorrer uno a uno sus poros, lo constriñe al volverlo frágil semejante a la propia debilidad”: cito a la maestra Coral Aguirre.
Nos acercará a la mujer que fuimos, somos y seremos.
Cito: “Mi abuela nunca malició sobre mi maña de treparme en la poltrona nueva, con su asiento duro y rasposo”. Eve Gil.
Nos tomará de la cabeza, nos ceñirá de las ideas, nos pondrá de hinojos: sacudirá como el orgasmo mismo.
Dice Jane Adcock: “Del pelo rasguéame”.
Recordaremos el momento en que nos arqueamos: miramos al techo, apretamos y luego un chorro de luz.
Cito: “Viene un silencio a bajar por la espalda/
Un grito a subir por el cuello”, de Livier Fernández.
Encontraremos dicho en voz alta lo que todas imaginamos en involuntaria humedad.
“Ámame cuerpo a cuerpo mientras muerdo la fruta de tus senos”, del poema de Lucía Yepez.
Gozaremos del sitio lunar para acampar el alma tras un orgasmo.
Cito: “Es el origen y el rostro del gozo un baile de olas, mi sonrisa es plena. Y sola”: María Belmonte.
Gracias a Héctor y Livier por hacernos venir a este libro.


Elia Martínez-Rodarte/ Junio 2009

No hay comentarios: