20.1.11

Guillermo Meléndez / Portada de "El legajo de la noche"





Invitación-2 "El legajo de la noche" / Nota de Iván Trejo


Contraportada de "El legajo de la noche"


Ícaro


Mientras yo descendía de la luna a un pesebre

cayendo sobre el estiércol

de unas vacas que rumiaban azufre

y espinas de nopal,

en tu ventana el trío

terminó su concierto de boleros

con Noche de ronda en portugués.


El galán se ocultaba entre penumbras

y ni siquiera agitó la mano

para decir adiós

y así cerraste los postigos,

creyendo que tu admirador anónimo

era paisano de Pelé, soñando

que te iba a poner casa en Belem.


Al otro día en el Manolín,

con una taza de café

volví a mi soledad, suspendí mi lectura

de Clarice para escuchar en la mesa vecina

la crónica de un funeral.


Libertad Lamarque de la Niño Artillero

decía a sus contertulios:

-Maquillaje perfecto del cadáver,

zacapela entre amante y esposa,

madreselvas, claveles del aire

y una sonriente foto de Gardel

en el ramo que el Club del Tango

colocó sobre el féretro

de la voz gemela de Hugo del Carril.


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¿La poesía? / Monja mustia que escapa de un convento y en la barra

de una taberna, sin que los borrachos la adviertan, bebe un trago de vodka

y levita elevándose hacia los labios de su lejano amor.


Guillermo Meléndez

Presentación "El legajo de la noche" de Guillermo Meléndez








Invitación "El legajo de la noche"







El legajo de la noche / Colofón de Ediciones Intempestivas


EDICIONES INTEMPESTIVAS reverbera facciones gruesas, trazos delgados que enzarsen la mirada, espejos que perfilen alguna inquieta carretera, pues el pie obstinado de la condición humana se fractura a cada muerte que la embiste, igual que una voz rota magulla el alma y al mismo tiempo la desata, porque el hombre que se sabe quebradizo y falto reconoce, casi casi de inmediato, que la belleza fulgura por la verdad que descobija, entonces la estela que deja en nuestra tierra el verso, se hace viento que tocamos, polvo que vemos, carnosidad que nos devora.

(L.F.T.)